Por: Susan Pérez
Todos hemos estado más de alguna vez aburridos en la casa sin más que hacer y terminamos en el celular, viendo televisión o tomando un te. Miramos por la ventana y vemos el hermoso día que hay y se nos empiezan a recargar las pilas, ¿cierto? Bueno eso me pasa, y es donde aprovecho de salir de lo cotidiano y reinventar algo nuevo. ¿Qué sería ese "algo nuevo"? Pues... crear.
En esos días de creación lo que más me gusta hacer es adornar espacios, modificar ropa, crear una manualidad que le dará ese toque único a la casa, algo que marque tu estilo, algo único y que no verás más en otro lugar. Quizás si se puede asemejar, pero nunca será lo mismo.
Cuando uno toma la decisión de adornar espacios, siempre busca que éste no sea difícil de crear, pero que sea esa esencia que quieres dejar, que cuando alguien lo vea diga: "wow" o "¿dónde lo compraste?, "¡está hermoso! Creo que esa es la sensación que uno espera al instalar tu creación en donde todos los que entren a tu casa lo vean.
Pero, ¿qué hacer cuando ya no sientes que una prenda de vestir te identifica? Lo que la mayoría hace es regalar, deshacerse de ella y, en el peor de los casos, botarla. Darle una nueva utilidad es darle ese toque de originalidad y eso es lo que busco añadiéndole cosas, mezclando texturas, dándole nuevas formas. Suena imposible, pero dejando llevar tu imaginación, puedes lograr resultados sorprendentes y qué mejor que reutilizando y ayudando al medio ambiente. Volverás a usar esa prenda como si fuera nueva, pues tiene tu toque creativo, tiene tu tiempo invertido, tiene tus propios patrones y gustos.
Y cuando sientes que no puedes hacer nada más original, están las manualidades, ese toque único de tu esencia, esa creación con dedicación y amor, y más si consideramos que éste puede ser el regalo más significativo que le puedes hacer a un ser querido o a una persona especial.
Te dejo una invitación: a dejar tu huella en las creaciones, confecciones, modificaciones, que tú quieras realizar, atreverse es el primer paso, después de eso, no me hago responsable de tus límites de creación e imaginación.